Trabajo en equipo en la música: los pilares de una colaboración efectiva

 

10 cosas a recordar cuando trabajas con otros músicos.

Acabo de volver de Oregon, donde hice el papel de Peter Gabriel en una recreación de su concierto Secret World Live. Una banda de nueve personas, dos horas de canciones, decorados y extensiones de escenario creados ex-profeso, mapping de imágenes y proyecciones en 3D, coreografía… y la lista continúa.

Fue uno de los conciertos más comprometidos en que he participado desde la perspectiva de planificación. En la ejecución, fue aun mejor de lo imaginado, y tuvimos al público bailando en los pasillos desde el inicio del concierto.

Al acabar, me pregunté, ¿”cómo diablos hicimos todo eso tan bien?”

Respuesta simple: trabajo en equipo.

Como músicos, podemos olvidarlo cuando estamos estresados o (peor) desesperados, pero, en música, el trabajo en equipo se construye sobre unos poco conceptos básicos.

  1. El tiempo es tu mayor recurso.

Los atletas no se limitan a presentarse a la primera competición de la temporada. Hay meses de práctica (he incluso competiciones de pretemporada) previos. Lo mismo debería pasar con cualquier proyecto o producción musical.

Me preguntaron casi con un año de antelación si quería participar en este tributo a Peter Gabriel. El personal (música, luces, diseño, producción, PR, etc) había sido determinado casi completamente nueve meses antes de la fecha del show. Y el concierto había sido concebido y dibujado incluso antes de todo eso.

Vi la película original Secret World y escuché el álbum sin parar durante meses y meses. Tanto que aun oigo a mi hija cantar canciones de Peter Gabriel para sí misma mientras juega con sus juguetes.

La fecha y la sala (una preciosa sala de conciertos de Portland llamada Revolution Hall) se buscaron con tiempo, y el equipo hizo varias visitas técnicas para tomar medidas del escenario, explorar las posibilidades de iluminación, etc.

Antes del concierto tuvimos dos semanas completas de ensayos en un local que había sido marcado con las dimensiones exactas del escenario.

Pasamos dos días con un coreógrafo.

Estuvimos tres días con nuestro técnico de sonido en el local de ensayo, ajustando las mezclas individuales y los efectos.

Hay un centenar más de detalles que también requerían atención y la única razón por la que esto pudo hacerse es que tuvimos tiempo.

Planifica con antelación. Calcula tu tiempo en consecuencia.

  1. Trabaja con gente de confianza.

Mi amigo Anders, un fantástico batería y uno de los productores del show, fue la persona que me pidió que cantase. Inmediatamente la idea me puso nervioso porque mi voz no suena en absoluto como la de Peter Gabriel. La voz de Gabriel es a la vez áspera y llena, incluso cuando canta líneas altas de tenor y falsetto. La mía es más… clara. (Menos aspereza rockera)

Anders me dijo que nadie esperaba que cantase COMO Peter Gabriel, sino que me lo proponían porque tenía el rango vocal que cubría tanto las líneas vocales de barítono como de tenor, y, más importante, él sabía que haría mis deberes y me metería en el papel con convicción y entrega emocional. Que llegaría preparado.

En resumen, Anders contaba conmigo para hacer ALGO bueno, aunque no imitase exactamente a Peter Gabriel, y para no bajar la intensidad en los ensayos, porque estaría listo para ponerme a trabajar. Podía confiar en mí.

Lo mismo se aplica a todo el equipo, todos fantásticos músicos, técnicos, montadores. etc. Aun más importante que el talento fue su preparación y predisposición.

Estate preparado.

  1. Tienes que ser algo MÁS que talentoso y fiable.

Sí, el talento y la fiabilidad son cruciales. Pero hay algo más que es igual de importante para el éxito final de tu equipo musical.

Es difícil de definir porque es algo que varía para cada miembro del equipo, pero lo explicaré asÍ: uno de los guitarristas hacía también de director musical, uno de los vocalistas de refuerzo fue importante en llevar gente al concierto gracias a su red de amigos y seguidores, el bajista sabía de fabricación y diseño de decorados, el batería se encargaba del alquiler de furgonetas y equipos, etcétera.

Tienes que aportar algo más que tu contribución musical directa. ¿Diseño web? ¿Capacidad de escribir notas de prensa? ¿Fotografía? ¿Bolsillos llenos? Sea lo que sea, aporta algo más que tu fiabilidad y talento. 

  1. Supérate y asume riesgos

Esto probablemente suena a cliché de autoayuda pero si no te pones en situaciones que suponen un reto, no progresarás.

Yo (y la mayor parte de la banda) me sentía algo incómodo con la idea de replicar la teatralidad del show, que está a distancia inalcanzable. Hay movimientos de danza complicados, sugerentes y festivos, duetos dramáticos, y muchos momentos en que canto de rodillas en primera línea del escenario mientras miro directamente al público. Nunca me he considerado un intérprete carismático, soy más un cantautor del tipo trabajador, pero este papel requería superar mis inhibiciones de forma que de entrada era aterrador, y finalmente… liberador, adictivo, un éxito.

Creo que en esto Anders tenía más fe en mí que yo mismo.

El riesgo que tomé fue asistir a los ensayos dispuesto a reírme de mí mismo y a no descartar ideas hasta haberlas probado. Creo que esto ayudó a toda la banda a superarse y… bailar.

Estoy seguro de que, de igual forma, necesitas superar algo en tu próximo gran proyecto, ya sea escribir una canción que te hace más vulnerable, acercarte al borde del escenario para tu solo, o arriesgarte al rechazo cuando te diriges a bloggers.

Arriesga.

  1. Delega

Una vez has montado un equipo fiable en el que cada miembro tiene una habilidad particular, es hora de soltar las riendas (un poco). Era imposible que los tres productores del show se encargaran de todo. Así que tenían que confiar en que las partes del show se crearan a tiempo, que la banda hubiera ensayado, la campaña de relaciones públicas se pusiera en marcha, etc.

Por supuesto estuvieron al tanto de todo con revisiones frecuentes, pero no fueron micro-jefes.

Dicho esto…

  1. Todo equipo necesita líder(es)

Tuvimos tres productores gobernando el barco. Hay un equilibrio delicado pero poderoso que puede darse cuando todos se responsabilizan de su área de conocimientos mientras se sienten libres para intervenir en otros lugares.

Con la “estructura de mando” de esta producción dejé a los productores la última palabra, pero a uno de los guitarristas se le asignó la dirección musical, por lo que fue su trabajo asentar los arreglos, hacer sugerencias a la interpretación de todos, y demás; yo me adjudiqué la tarea de ayudarle con las entradas y salidas en escena (dónde acaban los solos, dónde salíamos de un determinado pasaje, etc.) ya que yo era el tipo con el traje brillante ahí delante que todos los músicos podían ver,

En cualquier caso, dicho esto, es más fácil hacer sugerencias y colaborar cuando está claro quien es responsable de qué, y quién tiene la última palabra.

  1. Sé claro en cuanto a recompensas y penalizaciones

¿Qué gana cada persona con su contribución? ¿Dinero por adelantado? ¿Un porcentaje del beneficio? ¿Diversión? ¿Ser “conocido”? ¿Qué esperas? ¿Qué deberían esperar de ti? Y más importante, ¿de qué NO eres responsable?

¿Qué haces si la cagas, te equivocas, o no cumples? ¿Hay contingencias?

Todo esto debe comunicarse de antemano. Plazos, porcentajes, pagos, etc.

¿Contratos? Léelos. Si están bien, fírmalos.

  1. Usa las herramientas.

No te pondrías a crear el próximo gran álbum de EDM con un grabador cassette de 4 pistas y una guitarra acústica. (Bueno, quizá SERÍA original, pero…)

Necesitas las herramientas adecuadas para hacer el trabajo, Para esta producción, con tanto baile, necesitábamos el escenario completo sin monitores ni cables, así que todos fuimos con monitores auriculares inalámbricos, con esas graciosas antenas para emitir todas esas señales. Eso suponía nueve mezclas diferentes para los auriculares monitores.

Así que alquilamos un montón de equipo, junto a la misma mesa digital que tenían en la sala. La llevamos a nuestro espacio de ensayo junto a todas las otras cosas para trabajar en los detalles técnicos y de mezcla con antelación, y guardamos la configuración para cargarla en la mesa de la sala el día del show.

Este es solo uno de los muchos ejemplos de cómo nos apoyamos en un amplio espectro de tecnologías (mapping y proyección de imágenes, mezcla digital, loops y samples. etc.) para hacer este show lo mejor posible.

No quiero que parezca que necesitas mil millones de dólares en equipo de última generación para tener éxito (de hecho, Steve Lacy te diría justo lo contrario: empieza AHORA con lo que tengas a mano) pero uses las herramientas que uses, que sean adecuadas para la tarea. Lo que nos lleva al punto #1: ten tiempo para probar y hacer ajustes.

Si no tienes lo que necesitas, pide favores, pide prestado, alquila o haz aquello de comprar en Guitar Center y devolverlo después del concierto (¡ES BROMA!)

  1. Juégatela

A pesar de toda la preparación, las cosas irán mal y tendrás improvisar para superar los contratiempos.

El único momento en que nuestro experto en mapping 3D pudo entrar en la sala para ajustar sus parámetros fue justo el tiempo de la prueba de sonido, así que ambos procesos compitieron entre sí, y ambos acumularon retraso. Esto duró hasta la hora en que las puertas de la sala estaban a punto de abrirse.

También significó que no tuvimos tiempo de preparar una entrada para cada canción, lo que habíamos planeado hacer con los equipos de sonido, luces y proyección. Durante el show, algunas secuencias “importantes” de luz y proyección no salieron como estaba planeado.

Pongo “importante” entre comillas porque, ¿sabes qué? Nadie en el público notó nada. La música y la interpretación tenían que arrastrarlos, y fue lo que pasó.

Habrá cosas que saldrán mal. Es así. Asúmelo. Puede que te salga una jugada desesperada y ganes el partido.

  1. Celébralo, o como mínimo, haz el post-partido.

El show tributo a Peter Gabriel fue un éxito (¡sacando pecho!) y desde el momento en que salimos del escenario supimos que habíamos hecho un buen trabajo. Todo eran felicitaciones y abrazos. Esto es importante. Esforzarse por hacer música es un camino difícil en la vida, y a veces no nos cuidamos de nosotros mismos. Es importante, incluso vital, detenerse un momento y disfrutar estas pequeñas victorias. (Estas sensaciones te pueden dar energía en trances difíciles).

Incluso si tu colaboración no es un gran éxito, deberías reunirte con el equipo, dar las gracias donde se merecen, pensar que es lo que podría haber sido mejor, y valorar cómo mejorar la próxima vez. No se limiten a dispersarse en la noche.

Gane o pierda, todo equipo repasa el partido para aprender algo y compartir el espíritu de camaradería.


¿Has hecho colaboraciones exitosas últimamente? ¿Qué hay de las malas? ¿Tienes consejos que compartir sobre el trabajo en equipo? Cuéntamelo en los comentarios.

Aquí tienes un vídeo de una de las canciones más dulces que tocamos de Peter Gabriel, con la voz estelar de Margaret Wehr y la encantadora participación del público al final. También puedes ver algunas canciones más animadas AQUÍ.

[Foto de Real World Collective por Debra Penk.]