¿Estás preparado para una colaboración musical a distancia?

 

Si necesitas colaborar con otro músico para dar vida a tu proyecto, ¿cuándo buscas en un entorno local y cuándo pasas a una red más amplia? Aquí tienes algunas pautas para ayudarte a decidir cuándo una colaboración musical a distancia es lo correcto para ti y tu proyecto.

La colaboración musical remota puede ser algo maravilloso, aunque no es para todos los artistas indie, y ciertamente no es para todas las ocasiones.

Si necesitas colaborar con otros para dar vida a tu proyecto, ¿cuándo buscas en un entorno local y cuándo buscas más allá? Aquí tienes algunas pautas para ayudarte a decidir cuándo una colaboración musical a distancia es lo correcto para ti y tu proyecto.

Sabes exactamente lo que quieres

Cuando colaboras remotamente con alguien, pierdes la magia del cara a cara que puede darse cuando estás en la sala junto a otros músicos. También pierdes la oportunidad de la respuesta directa y la conversación que puede ayudar a llevar una parte musical exactamente a donde quieres. He descubierto que las colaboraciones remotas de mayor éxito en que he estado involucrado han sido aquellas en que tengo el rompecabezas casi completo y sé, nota por nota y frase por frase, lo que quiero de mi flautista, guitarrista o chelista. Cuanto más clara sea tu visión, más precisa será tu guía y comentarios, y más oportunidades hay de que obtengas pistas que funcionan bien.

Tienes muchas cosas en marcha

Ya sea porque estás de gira, conservando tu empleo habitual, cuidando de tu familia o trabajando en muchos proyectos musicales a la vez, puede ser difícil encontrar las horas para producir una sesión de estudio y reunir a toda la gente que necesitas para tu proyecto en la misma sala. En vista de ello, a veces la colaboración musical remota puede ser sencillamente cuestión de eficiencia. Si crees que será significativamente más fácil escribir algunos emails y enviar unos archivos, y que tu música no sufrirá con este enfoque, dale una oportunidad a la colaboración a distancia.

Tienes un gran colaborador en mente

La colaboración musical a distancia requiere una buena cantidad de confianza en tus partners creativos. Después de todo no estás ahí en persona para guiar el proceso. Puede ser una estrategia que vale la pena si trabajas con gente con quien tienes un historial de colaboraciones, que conoce tu trabajo y puede aportar partes que encajarán bien en la onda que estás tratando de crear. De igual forma, si puedes dar un toque a tu red y obtener referencias de buenos músicos inclinados a colaboraciones a distancia (como hice), podrías dar con algo realmente bueno.

Tienes un colaborador concreto en mente

Digamos que realmente quieres que tu pista la mezcle un determinado ingeniero, que resulta que vive en otro continente. Aunque haya multitud de ingenieros de mezclas de talento a unas millas alrededor de donde estás, no hay motivo para no lanzarse y trabajar con tu colaborador ideal; solo tienes que ser diligente fijando sesiones de revisión a través de Skype, FaceTime, o email siempre que sea necesario. De igual forma, si necesitas el estilo concreto de un determinado guitarrista de Londres en tu última canción y tu vives en Florida, o coges un avión o te embarcas en internet y te ahorras el viaje y das una oportunidad a la colaboración a distancia.

No tienes localmente los recursos para hacer el trabajo

Digamos que estás creando tu disco en un pacífico estudio en el campo, a dos horas de coche de la ciudad más cercana y necesitas una parte de gaita para terminar tu balada folk. Si tus necesidades son muy especializadas y no crees que tu localidad o ciudad  tenga los músicos para resolverlas, trabajar a distancia puede ser la solución.

Ten también en mente la calidad de grabación. Digamos que estás de gira, no tienes acceso a buenos micrófonos, estás produciendo con un portátil en una habitación de hotel y necesitas una delicada parte de violín, grabada en alta resolución y con un aislamiento perfecto. En una situación así obtendrías mejores resultados llamando a un colaborador remoto que tenga un estudio pensado específicamente para estos casos.

Te gusta tener tiempo para procesar

Aunque tener músicos en directo, juntos en un estudio, crea una magia inconfundible, también puede ser causa de incómodas presiones de tiempo. A menos que tengas el presupuesto para alquilar un estudio (y los músicos) durante días, a menudo tendrás un límite de un cierto número de horas para obtener lo que necesitas antes de que cada uno se vaya por su lado. Si valoras la oportunidad de escuchar una parte muchas veces, con tiempo (en tus auriculares, altavoces del coche, monitores de estudio, etc.) antes de dar una respuesta y pasar a la toma siguiente, las colaboraciones a distancia pueden ser lo tuyo.

¿Hay otros escenarios en que la colaboración remota puede ser una buena estrategia? Cuéntanoslo en los comentarios.

 


«Completely”, el álbum de debut del trío del colaborador habitual de Disc Makers Michael Gallantrecibió una reseña de cuatro estrellas en la revista DownBeat y cinco estrellas en Critical Jazz, donde se dijo: “Este, amigos, es el futuro del jazz. Fresco, vigoroso, progresivo: sencillamente no hay suficientes adjetivos que enumerar”.