¿Qué necesito saber, como artista para niños, del desarrollo infantil?

En “¿Te ves capaz de grabar música para niños?“, hablé de que el hecho de que seas músico no significa que puedas escribir música para niños. Parecía lógico continuar ese artículo con “¿Qué necesito saber, como artista para niños, sobre el desarrollo infantil?”

Como en todo, deberías saber con quién estas trabajando. En el campo de la interpretación, esto se llama conocer a tu público. Si fueras un cómico, no contarías chistes machistas a una audiencia predominantemente femenina. (Bueno, podrías; solo que no te iría muy bien). Un profesor no enseñaría física cuántica a párvulos. Y tú no cantarías una canción que durase más de dos minutos a un niño pequeño. No digo que no pueda hacerse. Se podría, aunque incluyendo un montón de atrezzo y movimiento. Y cuando terminase, su atención se habría agotado en esa única canción.

La “música para niños” no es una sola cosa.

Hay muchas subdivisiones del género, basadas en diferentes características. Vamos a desglosarla por edades:

Bebé — música para recién nacidos

Infantil — bebés de 12 meses a 3 años

Preescolar— 4 y 5 años

Primaria — 5 y 6 años

Elemental— 7 y 8 años

Escolar— 9 y 10 años

Aquí tienes las bases de cómo los niños responden a la música:

1. La atención de un niño es igual a aproximadamente un minuto por cada año de edad.  En otras palabras, un niño de 2 años puede prestar atención durante 2 minutos, uno de 3 años 3 minutos, etcétera. Se cree que una vez eres capaz de pensar en concreto (en torno a 12 o 13 años), puedes atender durante 22 minutos sin moverte. El movimiento y hacer que el público participe es importante a todas las edades. Con los niños, tienes que hacer que se muevan un poco más a menudo.

2. A los niños les encanta reír.  Cuanto más tonto, mejor. Les gustan los sonidos tontos, las caras tontas, les encantan los bailes tontos. Cuando eres tonto, disfurtan mucho más contigo porque les estás diciendo que es correcto comportarse así.

3. Elige bien tus letras: ellos las repetirán.  El sistema de valores de un niño está formado a eso de los siete años. Tus letras serán parte de su vocabulario.

4. Asegúrate de que entienden lo que significan tus palabras. Una historia interesante para demostrar esto es cuando canté Little Bunny Foo Foo a mi sobrina de Florida. El conejo salta por el bosque. Ella no tenía ni idea, a sus 2 años, de qué estaba hablando. Si ese conejo hubiera estado saltando por la playa, ella lo habría pillado. Tardé un buen rato en darme cuenta de ello.

5. Si quieres enseñarles algo, la clave está en la repetición. Un niño necesita estar expuesto 1200 veces a un concepto antes de asimilarlo.

6. A los padres les encantará que sus hijos disfruten saltando y divirtiéndose contigo, Ellos también quieren saber que contigo (tanto en concierto como en CD) no se vuelven hiperactivos o se descontrolan.

7. El ritmo del corazón de los niños no puede mantener alta la energía tanto tiempo como los adultos.. Los músculos de su corazón no están completamente desarrollados. Una vez más, mezcla tus canciones –más energía, menos energía, una canción sentados y quizá otra vez en pie-.

8. Amplía tus horizontes. Utiliza diferentes géneros musicales y contribuye así a la capacidad de los niños de ser unos buenos consumidores de música.

9. Canta en un registro en el que los niños puedan cantar contigo. Lo mejor es usar notas entre el Do (C) central y el Si (B) por encima del Do central. Los bebés oyen las notas agudas mejor que las graves (por eso responden mejor a las voces femeninas).

10. Elige temas relevantes, cosas que son parte de su mundo.  Pasa tiempo con los niños y aprende qué les preocupa, de qué se ríen y a qué reacciona. Para los niños todo vinculación afectiva, sonreír y escuchar sonidos. Cuando se hacen mayores, sus intereses y capacidades se amplían, y lo mismo has de hacer tú con la elección de temas.

Pon siempre las canciones a prueba. Los niños te enseñarán lo que funciona y lo que no. Una vez escribí una canción que tenía cuatro repeticiones. Durante la cuarta, empezaron a preguntarme si la canción no se acababa todavía. La recorté a tres repeticiones. Ahora gritan: “¡otra vez!” Si quieres tener éxito, entiende a los niños. Espero que esto te haya ayudado a hacerlo. Cualquier comentario será bienvenido.


[Artículo escrito por Maryann Harman, fundadora de Music with Mar., Inc.]